El estar insertos en un mundo V.U.C.A. (Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity), una economía cada vez más competitiva, con disrupciones tecnológicas, surgimiento de startups, etc, etc, etc. hace que los cambios en las organizaciones sean cada vez más constantes y acelerados. Esto sin duda impacta en su principal activo… las personas. Ahora, tomando en cuenta lo que plantea Peter Senge: «Las personas no se resisten al cambio. Ellos se resisten a ser cambiados». Considerando esto,