Mucho se habla últimamente respecto a la Agilidad y sus beneficios para fomentar relaciones más colaborativas, innovadoras, eficientes, etc. pero ¿Genera, además, algún aporte a la productividad de los colaboradores?, ¿Hay principios que la fomentan?, ¿Tiene alguna repercusión en el engagement?

Efectivamente, hay distintos estudios que demuestran que Agile tiene un impacto directo en la productividad; por ejemplo: una publicación de la Harvard Business Review, llamado “Agile Practices” establece puede mejorar entre un 14-95%; otro estudio del MIT Technology Review, sobre “La Agilidad en Latinoamérica”, asegura que la productividad del equipo mejoró un 87%; otros reportes sobre los beneficios de la agilidad en el mundo, ubican primero la “aceleración en la entrega de productos”, luego “la mejor gestión en el cambio de prioridades”, y en el tercer puesto, el “incremento de la productividad” representando un 53%.

Sin embargo, al parecer el engagement es un tema muy distinto y aún no se ve muy impactado por la agilidad u otras prácticas. Sólo basta tener presente el resultado del último reporte mundial de engagement, realizado por Gallup, en el cual se concluye que este aspecto llega a sólo un 20%. Si bien América Latina está ubicado en el segundo lugar del ranking, con un 24%, después de Estados Unidos, aún hay un largo camino por recorrer.

Tomando en cuenta ambos escenarios, sin duda se pueden hacer aportes -desde la Agilidad en Gestión de Personas– para impulsar la agilidad en las organizaciones, a través del desarrollo de algunos de sus principios, tales como: Incrementar la Seguridad Psicológica, Metas Claras y Reglas Simples, Inteligencia Colectiva, Aprendizaje y Mejora Continua, Valor del Cliente, Accountability y Compromiso, etc.

¿Cuál debería ser el principio rector o “fundacional” ?: La Seguridad Psicológica, ¿por qué? Simple, si las personas no sienten la tranquilidad y confianza de ser ellos mismos, de preguntar, de proponer, de experimentar, etc. se verán directamente afectados aspectos como el aprendizaje constante, autogestión, mejora continua, etc.

Por último, como cualquier tipo de transformación, el comenzar a desarrollar un mindset agile requiere un trabajo estratégico y bien planificado de change management. De hecho, no es casual que los estudios al respecto señalen que la barrera más importante (casi un 50%) en la adopción de la agilidad es la resistencia al cambio. Una recomendación para comenzar a facilitar este proceso de adopción: conozca lo mejor posible a las personas, y ocúpese primero de que se logre el mejor entendimiento posible de lo que realmente implica el mindset ágil.

Te invitamos a profundizar más respecto a este tema viendo el conversatorio “Impacto de la Agilidad en la Productividad de los Colaboradores que ofrecimos en el evento «Digitalización del Trabajo y Recursos Humanos», realizado por el Consorcio Internacional de Desarrollo Humano (CIDeH), en octubre de 2021.